Fotografías de productos: Guía básica para

Uno de los grandes fails de muchas webs de eCommerce es el relativo a la baja calidad de las fotografías de productos. Algo que es, cuando menos, difícil de comprender. Si el cliente no puede tocar físicamente lo que le queremos vender y la decisión de compra va a basarse en gran parte en las fotografías de productos, ¿por qué se ven tiendas online con fotos tan rematadamente malas?

En la mayoría de los casos el problema se deriva de no poder contar con un fotógrafo profesional (y especialista) para que las fotografías de productos en nuestra tienda online luzcan como deben. Vaya por delante que esta es y será siempre la mejor opción, pero queda fuera del alcance de muchos bolsillos, aunque hay muchas empresas y fotógrafos especializados en eCommerce que deberías valorar antes de lanzarte a hacer tú mismo las fotografías de productos. Además, una mala fotografía puede arruinar todo el trabajo de diseño de una ficha de producto.

Si vendes productos de terceros, pide a tu proveedor imágenes de alta calidad de cada producto, y siempre más de una. Lamentablemente, no todos los proveedores disponen de fotografías de productos adecuadas para eCommerce, algo que debes considerar según los parámetros que te explicamos más adelante.

Si no te queda más remedio que hacértelo tu mismo, te proponemos una guía rápida para mejorar la calidad de las fotografías de productos en tu web. No se trata de un manual de técnica fotográfica, pero sí de ciertas características de las imágenes y de factores a tener en cuenta.

Fotografías de productos: Lo que vale y lo que no.

Lo primero, antes de hablar de cuestiones concretas sobre fotografías de productos, es disponer del equipo adecuado. Olvídate de la cámara de tu móvil, por muy de última generación que sea y por muchos megapíxeles que tenga. Una cámara reflex es infinitamente mejor y te dará muchas más posibilidades. No se trata de que te hagas con un equipo profesional, pero incluso una cámara reflex de gama baja te será más útil que la cámara de tu móvil. En su defecto, como mínimo una cámara digital de alta calidad. Entremos en materia:

1. Equipo necesario: Aparte de lo ya dicho sobre la cámara, lo ideal es que ésta cuente con más de un objetivo, pero si se escapa de tu presupuesto un objetivo zoom 35-80 mm o 28-70 mm (son los que suelen traer de serie estas cámaras) es más que suficiente para empezar. Además te hará falta un trípode y un par de focos para iluminar correctamente la zona donde realizarás las fotografías de productos. Con el tiempo puedes ir añadiendo filtros a los focos para modificar la temperatura del color, pero para empezar una temperatura de en torno a 3.500-3.800 K (luz levemente cálida) es la ideal.

2. Construye un pequeño set de fotografía. Necesitas un espacio en el que los productos se luzcan. Un fondo gris neutro o blanco es ideal para ello. En algunas ocasiones, pocas, el fondo negro o con texturas puede ayudar, pero huye de los fondos de colores. Además, tienes que poder colocar los productos a una altura adecuada para no tener que hacer malabarismos para sacar una buena foto de forma rápida. Busca peanas, una mesa, cajas de cartón recubiertas o cualquier sistema que sea versátil y permita tener el producto a la altura adecuada.

3. Una buena fotografía no necesita Photoshop. Y una mala no hay retoque fotográfico que la arregle. Usar el Photoshop está bien si tienes tiempo para ello (algo que la mayoría de pymes no tienen), ya que te permitirá eliminar algunas imperfecciones, modificar tonos de color para que sean más vivos y corregir brillo, contraste o  nitidez. Pero si la foto se hace bien a la primera, el retoque es prescindible.

4. Las fotografías de producto necesitan tener una buena resolución. La mayoría de plataformas y plantillas de eCommerce incorporan la posibilidad de que el usuario pueda hacer zoom sobre la foto para ver mejor los detalles, que deben verse nítidos. Por otra parte, a mayor resolución de la imagen, más espacio ocupa y más tiempo tarda en cargarse, por lo que, aun usando compresores o formatos comprimidos de imagen, hay que buscar el equilibrio entre resolución y “peso” de la foto.

5. Ilumina correctamente el producto. La iluminación frontal elimina todas las sombras, algo que a veces es bueno y a veces no. Si el producto tiene relieves o texturas que te interesa destacar, una iluminación frontolateral es mejor para resaltar estas características. Hay productos que requieren que haya sombras para dar sensación de profundidad, y otros en los que las sombras son perjudiciales. Hay que jugar con la posición de los focos para obtener el tipo de iluminación que hace el producto más atractivo. Lo que debes restringir al máximo es el uso del flash que en la mayoría de los casos, sobre todo si no tienes mucha experiencia, arruinará tus fotografías de productos.

6. Contexto: A cada producto, el suyo.  Muchos productos serán más atractivos situados en un contexto. Si vas a vender tomates, colocarlos en una cesta y simular el entorno de una cocina es buena idea. Si vendes prendas de vestir, es imprescindible que tomes la foto sobre un o una modelo que la lleve puesta. Si no puedes hacerlo usa un maniquí, pero nunca tomes fotos de prendas de vestir colocadas sobre una superficie plana. Otros productos como la electrónica soportan mejor el fondo blanco y la iluminación sin sombras, ya que lo que cuenta son los detalles. En cualquier caso, las composiciones ayudan a situar el producto en un contexto que resulta más familiar al comprador.

7. Toma varias fotos del mismo producto. Busca ángulos diferentes, haz fotos de detalles significativos de cerca, haz fotos del producto solo y en grupo o familia. Recuerda que queremos una ficha de producto en la que el cliente pueda ver más de un ángulo del producto y que le permita distinguir los detalles. A mayor cantidad de detalles en el producto, más fotos debes tomar.

8. Cuidado con el gran angular. El objetivo de 50 mm es el que menos distorsiona la imagen, ya que proporciona el mismo tipo de imagen que capta el ojo humano. Un gran angular (por debajo de 35 mm) provoca efectos de distorsión indeseados y puede dar a un producto una apariencia extraña y poco real. Por otro lado, es muy usado en fotografía de interiores para abarcar toda una habitación en la misma fotografía, además de servir para exagerar la perspectiva. En la inmensa mayoría de los casos. su uso no es imprescindible en fotografías de productos.

9. Nada de textos en las fotos si puedes evitarlo. Los textos van en la ficha de producto, no sobre la foto, a no ser que se trate de una imagen promocional que vayas a situar en cabeceras de página o sliders. A veces es necesario insertar un texto para señalar una característica o resaltar un detalle. En ese caso, siempre textos pequeños, cortos y que jamás tapen parcialmente al producto. El producto es el protagonista único e indiscutible.

Con estas pautas ya puedes empezar a probar y experimentar por ti mismo, que es lo que realmente te permitirá llegar al tipo de fotografías de productos que quieres para tu tienda de eCommerce. Valora hacer un curso de fotografía si realmente quieres sacar a las imágenes todo el partido posible No olvides que el cliente no puede tocar ni ver físicamente el producto, con lo que las fotos que hagas de él tienen un valor fundamental a la hora de impulsar una decisión de compra.

 

Fuente: https://marketing4ecommerce.mx/fotografias-de-productos-guia-basica-para-hacerlo-tu-mismo/

 

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