Hay una marca mexicana que está refrescando en este intenso verano a todos los texanos. Desde el valle del Río Grande (Bravo) pasando por los restaurantes hipsters de Austin, los malles en San Antonio, hasta los restaurantes donde solo se puede atender con reservación en Houston. Topo Chico, con su botella retro, está de moda en Texas. Algunos hasta se han tatuado el logotipo porque lo consideran “cool”.
El agua mineral se consume al natural, así como para mezclar cocktails y hasta en coffe shops. De acuerdo a un estudio de investigación de mercados de la compañía IRI, Topo Chico tiene el 62% del mercado de agua mineral importada en los Supermercados y 74% en las tiendas de conveniencia de Texas.
Las ventas en todo Estados Unidos son de $58 millones de dólares, un 83% más que el 2012.
Desde hace muchos años ha existido el estereotipo del agua contaminada de México para los estadounidenses. Es algo irónico que los texanos ahora prefieran una marca de agua mineral elaborada en México. Compañía Embotelladora Topo Chico es una empresa que purifica el agua del manantial del Topo Chico, ubicado en el área metropolitana de Monterrey, desde finales del siglo XIX. El agua no tiene ninguna alteración y está compuesta por sodio, magnesio, calcio, potasio y manganeso. Solo se le añade el agua carbonatada. Eso es todo.