La Supervía Mazatlán–Matamoros un trabajo de


La nueva carretera Durango – Mazatlán se comenzó a construir hace más de un año, pero fue sólo hasta hace algunos meses que la mayoría de los sinaloenses nos enteramos del avance de los trabajos y comenzamos a dimensionar la magnitud del proyecto y los beneficios que traerá para nuestro estado.

El trabajo de difusión ha estado a cargo del Gobierno del Estado de Sinaloa a través de la Secretaría de Desarrollo Económico. Lo primero que hicieron fue ampliar la perspectiva del proyecto. Aunque lo que está en construcción solo comprende los kilómetros entre la Ciudad de Durango y Mazatlán, la importancia para Sinaloa está en el enlace con todos los estados del noreste de México y la zona este de los Estados Unidos. Todos los tramos Durango – Torreón – Saltillo – Monterrey – Laredo – Matamoros ya cuentan con supercarretera y sólo faltaba cruzar la Sierra Madre. Por eso ahora se le llama la Mazatlán – Matamoros y se le describe como el puente logístico, comercial y turístico más importante de México.

La segunda movida fue la de cambiarle de nombre. Si bien, la SCT usa la nomenclatura oficial Durango – Mazatlán (en ese orden, del centro a la costa), los sinaloenses no teníamos por qué conformarnos con algo tan genérico y aburrido. Las grandes carreteras del mundo tienen nombres. En México también (la carretera del Sol, la Costera). La nuestra se llama Supervía.

La carretera estará terminada a finales del 2011. La inversión será de más de $12,000 millones de pesos y los sitios de construcción son verdaderamente impresionantes. Los 54 puentes entre Mazatlán y Durango suman más de 9 kilómetros y los 56 túneles miden en total18 kilómetros, con lo que se podría unir de manera subterránea al Zócalo de la Ciudad de México con el Estadio Azteca

El trabajo de comunicación de la Supervía va mucho más allá de la socialización de una obra de gobierno. Finalmente la inversión es federal y no es éste quien se ha encargado de comunicarla. Al Gobierno del Estado le interesa el trabajo de difusión como un esfuerzo por concientizar a la sociedad sinaloense de las oportunidades de corto plazo que significaría ser proveedor de diversos productos y servicios que demandan las empresas constructoras y las comunidades de la sierra. Además, la difusión busca poner a los empresarios regionales en un estado de alerta para que aprovechen las oportunidades de negocios que se presentarán cuando la carretera entre en funcionamiento. La idea es que la mayor parte de los beneficios se queden en Sinaloa.

La SEDEC contrató también a un despacho español para cuantificar y proyectar los beneficios sociales y económicos de la carretera para el Puerto de Mazatlán y para todo Sinaloa. Una de las conclusiones principales es que el costo de transportar las mercancías desde Mazatlán hasta la frontera será considerablemente más bajo que hacerlo desde Manzanillo.

Para que realmente todo este tráfico de mercancías se venga a Mazatlán, nos toca a los Sinaloenses proveer la infraestructura, los patios de maniobras, las estaciones de servicio para los transportistas y todo lo que demandarán los empresarios logísticos. Por su parte, la SEDEC ya se prepara con visitas personalizadas a los transportistas y empresas interesadas en otros estados y fuera de México para compartir los resultados del estudio, de manera que vayan haciendo sus planes para los cambios de ruta a partir del 2012.

El Gobierno del Estado pudo simplemente esperar a que la carretera fuera terminada por la SCT y sentarse a esperar los beneficios. Sin embargo, decidió entrar en una dinámica de comunicación y difusión con 3 años de anticipación, de manera que Sinaloa pueda prepararse para recibir la carretera y aprovecharla con más eficiencia.

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