La Esfera de Las Vegas

La Esfera de Las Vegas: un proyecto impresionante

La esfera de Las Vegas ha generado comentarios divididos desde su apertura. Tras la celebración de una noche de peleas de la UFC, conocida como la “noche mexicana”, su presidente, Dana White, declaró: “muchas gracias por conocerte, pero ya no vuelvo”.

El comentario llamó la atención, ya que evidenció posibles desafíos que no todos alcanzaban a percibir. Comprender el contexto detrás de este recinto permite analizar su origen, su modelo de ingresos, la escalada de sus costos y las presiones que enfrenta hoy en su operación y rentabilidad.

Origen y modelo de ingresos

La esfera de Las Vegas surgió dentro del grupo MSG, operador de arenas y teatros en Nueva York y propietario del Madison Square Garden. El objetivo fue crear un recinto distinto: una sala esférica con una pantalla continua interior y un envolvente exterior capaz de proyectar imágenes visibles a gran distancia.

El modelo de negocio combinaba tres fuentes principales de ingresos para no depender únicamente de los conciertos. La primera correspondía a las residencias musicales de grupos por temporada; la segunda, a las proyecciones inmersivas producidas por la propia empresa; y la tercera, a la venta de publicidad diaria en el exterior del recinto. Esta mezcla buscaba diversificar las entradas económicas entre entretenimiento, producción audiovisual y publicidad.

Un proyecto que duplicó su presupuesto

El proyecto se anunció en 2018 con un presupuesto inicial de 1.2 billones de dólares, pero conforme avanzó la obra, el monto aumentó hasta alcanzar los 2,300 millones. El costo final superó al de muchos estadios de fútbol americano de nueva construcción.

Entre los factores que encarecieron la obra estuvieron el cambio del contratista principal, disputas de pagos y calendarios, la pandemia, el encarecimiento de insumos y diversos ajustes de ingeniería. Originalmente planeado para concluirse en 2021, el recinto fue terminado en 2023, casi el doble del tiempo y del costo previstos.

Apertura y primeras operaciones

La apertura se realizó a finales de 2023 con una residencia inaugural de alto perfil a cargo de YouTube, junto con una película inmersiva fija producida por el propio estudio del recinto. Esta función buscó llenar los horarios entre bloques de música en vivo y se convirtió en la oferta estable cuando no había conciertos.

El envolvente exterior comenzó a rentarse por días, ocasiones especiales y temporadas temáticas. La renta diaria tenía un valor de 450 mil dólares, una cifra accesible solo para grandes corporaciones. Esta estrategia activó la tercera vía de ingresos: la publicidad exterior, con tarifas altas y demanda constante, especialmente durante semanas con eventos relevantes para la ciudad.

Con el paso del tiempo se confirmó que las residencias musicales sostienen la taquilla y la visibilidad, el cine inmersivo ayuda a mantener la ocupación por temporada y la explotación publicitaria genera flujo constante.

Demandas de producción y presiones operativas

El recinto mantiene una alta demanda, pero no todos los grupos cuentan con la capacidad de presentarse en un entorno inmersivo. Solo los artistas de alto perfil pueden asumir los costos de producción y la creación de videos diseñados para este formato.

El acuerdo con YouTube estableció un precedente importante, ya que la empresa obtuvo una negociación favorable: la esfera de Las Vegas solo se quedaba con el 10 % del pago de taquilla, mientras que el resto se distribuía entre otras partes, incluyendo al grupo. Esto generó tensiones en posteriores negociaciones con otros artistas.

Los costos de producción también representan un reto. En el caso de películas como El mago de Oz, se estima que la inversión requerida para adaptar el contenido al formato de la esfera puede alcanzar casi un millón de dólares por minuto, lo que limita la rentabilidad de este tipo de proyectos.

Estructura corporativa y ajustes financieros

A nivel corporativo, los estados financieros agrupan este activo junto con una unidad de canales deportivos. La operación de la esfera de Las Vegas fue separada de MSG para evitar afectar el precio de la acción. Actualmente, el recinto registra pérdidas en algunos trimestres bajo las normas contables, lo que ha llevado a la empresa a mantener una postura financiera cautelosa.

Los costos se mantienen por encima del punto de equilibrio, lo que ha obligado a flexibilizar los planes publicitarios y a realizar ajustes operativos. La alta inversión inicial y los gastos asociados a las producciones han llevado a considerar medidas más estrictas para equilibrar el desempeño económico del recinto.

Perspectiva actual y retos hacia la rentabilidad

El recinto ha demostrado una propuesta de valor sólida y una mezcla diversificada de ingresos. Sin embargo, su operación depende de mantener un calendario constante con grupos aptos para el formato, así como de un flujo sostenido de funciones inmersivas y de una fachada publicitaria que continúe atrayendo clientes sin elevar demasiado los precios.

También será fundamental atraer eventos únicos que permitan cubrir los costos y mantengan la relevancia del recinto en la ciudad. El caso de la UFC es un ejemplo de cómo los costos operativos pueden determinar la continuidad o viabilidad de futuros eventos. El desafío radica en equilibrar la innovación tecnológica con la rentabilidad.

Conclusión

La esfera de Las Vegas representa una combinación única de tecnología, entretenimiento y publicidad. Sin embargo, también refleja los riesgos de proyectos con inversiones gigantescas y modelos de negocio complejos.

Aunque su propuesta es impresionante, su sostenibilidad financiera dependerá de su capacidad para equilibrar costos, negociación de ingresos y atracción de público constante. Este caso demuestra que la innovación requiere una estrategia sólida para garantizar que el espectáculo no supere la rentabilidad.

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